Si cuentas con una startup y empiezas a generar equipo de trabajo, entrarás en la duda sobre si te conviene más tener una oficina propia o  trabajar como equipo desde un coworking.

En esta decisión entra muchos y variados factores que hay que tener muy en cuenta y analizarlos con detenimiento para poder acertar con lo que es más apropiado para tu equipo: si elegir una oficina propia o entrar a un coworking.

Si hay algo que cuenta en una startups son los recursos económicos y también la productividad porque hay que ir rápido y ser muy eficientes en los diferentes ámbitos, pero a veces no sabemos que decisión tomar ni que tener en cuenta al momento de elegir a que modalidad entrar.

En los siguientes puntos hablaremos sobre que se tiene que tener en cuenta al momento de decidir si entrar a un coworking o montar tu propia oficina.

Costos:

Es uno de los valores a tener más en cuenta para tomar esta decisión y no porque se escoja el más barato sino por la relación calidad (servicios que tendréis) precio que vais a tener.

Piensa que el valor más caro de una startup es el tiempo de tu equipo y estar centrados en el trabajo es fundamental para avanzar rápidamente.

Un coworking te ofrece primero, un precio cerrado y que siempre vas a tener claro en todo momento para tu cuenta de resultados. No tienes que andar preocupándote de si este mes hay que pagar más de luz o si hay un desperfecto en la oficina al que hacer frente.

Ubicación:

A día de hoy se pueden encontrar coworkings muy bien montados, perfectos para cada tipología de startup en las ubicaciones más interesantes de cada ciudad. Se tienen que tener en cuenta las conexiones con con transporte publico, estacionamiento, situación de cafeterías y lugares interesantes, etc.

Cabe aclarar que cada ciudad es diferente y varios puntos podrían considerarse idóneos para montar una oficina, por lo que dependerá de la viabilidad de cada uno decidir sobre la base a tener en cuenta para el comienzo del proyecto.

Despreocupación:

Si hay algo fundamental en una startup es la productividad y el nivel de foco de los miembros del equipo.

Estar pendientes de las facturas de los servicios contratados y necesarios, que todo funcione, que algo se estropee (Nos referimos de nuevo a limpieza, internet, seguridad, mobiliario, cafetería…).

En una oficina puede que tengáis más libertad de movimiento pero también sumarán preocupaciones y al final, gastos.

Networking – conexiones profesionales / ecosistema:

Otro de los puntos importantes a la hora de elegir una oficina particular o trabajar desde un coworking con tu equipo es que la posibilidad de compartir espacio con otros profesionales de los que nutriros de conocimiento y generar sinergias.

Un coworking te otorga varias ventajas respecto a una oficina privada siendo una startup

Espacio / Crecimiento:

Y por último pero no menos importante, un coworking te aporta una flexibilidad de crecimiento y también reducción de equipo que una oficina propia. Un coworking aporta esa flexibilidad en el espacio de poder coger más lugares si es necesario crecer o ir soltando algunos de ellos en caso contario.

Conoce más sobre trabajar en un coworking desde nuestro blog.