Para definir que es una silla ergonómica debemos tener claro que el objetivo de la ergonomía es adaptar el trabajo a las capacidades y posibilidades del ser humano. Todos los elementos de trabajo ergonómicos se diseñan teniendo en cuenta quiénes van a utilizarlos. 

El trabajo en oficinas se hace mayoritariamente sentado, por eso una de las herramientas imprescindibles es la silla. Su diseño debe adaptarse a las formas del cuerpo y distribuir la presión del peso del usuario de manera equilibrada. Una silla ergonómica permitirá al trabajador adaptarse perfectamente a su cuerpo y a su forma de trabajar optimizando su eficacia, su seguridad y su bienestar.

Una regulación adecuada de la silla es clave para conseguir una postura cómoda y saludable.

¿Qué regulaciones debe tener una silla ergonómica?

1. Asiento regulable en altura

Nos permite regular la altura del asiento en función de nuestra estatura para que las piernas formen un ángulo entre 90º y 110º. Los pies deben estar apoyados en el suelo y, si no llegan, proveeremos un reposapiés al usuario.

2. Asiento regulable en profundidad

El asiento regulable en profundidad nos permite alargar o acortar la superficie de apoyo al sentarnos. Es importante tener en cuenta que dejemos siempre un pequeño hueco entre el asiento y la parte posterior de la rodilla para evitar presión del asiento sobre el hueco poplíteo y tengamos un buen flujo sanguíneo.

3. Reposabrazos ajustables

El peso de los brazos representa aproximadamente un 10% de nuestro peso. Unos reposabrazos ajustables nos ayudarán a descargar ese peso tanto al utilizar el teclado del ordenador como al reclinarse para descargar la espalda.

Es importante que no tropiecen con la mesa, que tengan un apoyo blando y confortable, y que los regularemos según nuestras necesidades a lo largo del día.

4. Respaldo reclinable

El respaldo debería vascular en diferentes puntos de inclinación para favorecer el movimiento y en consecuencia generar una buena circulación de la sangre. Además, estos movimientos ayudan a fortalecer los músculos. Es conveniente no bloquear el mecanismo de basculación, para que nos inclinemos de forma espontánea e inconsciente. Cuanto más movimiento, más saludable acabaremos la jornada laboral.

5. Sistema Sincro

El sistema o mecanismo sincro permite inclinar el respaldo hacia atrás de forma sincronizada con el movimiento de la base del asiento para que el conjunto del cuerpo se mueva en sintonía. Lo aconsejable es que el respaldo se reclina 1.75 grados por cada grado de inclinación del asiento, así abriremos el ángulo de 90 grados creado por las piernas y el torso.

6. Diseño adaptable a la curvatura de la espalda

Para mantener la columna vertebral alineada y la zona lumbar protegida, el respaldo debe disponer de un soporte lumbar ajustable que permita un apoyo estable y mantenga la espalda en una posición neutral. Como cada espalda es diferente, el respaldo debe disponer de un accesorio que permita regular la altura y profundidad del soporte lumbar.

7. Borde delantero suavizado

El borde delantero del asiento debe tener una suave inclinación para evitar la presión sobre las piernas y favorecer la circulación. Las sillas con ángulos pronunciados pueden provocar presión localizada sobre la parte posterior del muslo.

8. Materiales que favorezcan la transpiración

El cuerpo regula la temperatura interna de forma natural, transpirando o tiritando. Para evitar bloquear la disipación del calor es recomendable que la silla de oficina ofrezca materiales que favorezcan la transpiración. Lo ideal es que tanto el asiento como el respaldo están hechos de materiales transpirables como es el tejido de malla.

Como último punto a resaltar, hay que familiarizarse con los ajustes de la silla, como haríamos con los ajustes del asiento de un coche.