La temperatura, junto con la iluminación y el ruido son los factores de confort de mayor importancia que pueden llegar a condicionar nuestro trabajo en la oficina. Mantener un buen ambiente de trabajo es imprescindible para el correcto desempeño del trabajo, especialmente en los meses de calor.

La mayoría de las instalaciones modernas están perfectamente acondicionadas con equipos de climatización, de ventilación y aislamiento, que permiten controlar la temperatura interior de los edificios, pero eso no evita que las personas hagamos una mala gestión de ellos.

Para saber cómo gestionar correctamente el ambiente en espacios de trabajo cerrados debemos responder algunas preguntas:

¿Cuales son las recomendaciones de temperatura?

Podríamos decir que la temperatura ideal para trabajar es aquella en las que las personas no tengan sensación ni de frío ni de calor, en la que intervienen factores como la temperatura, la humedad y el movimiento de aire.

La temperatura del ambiente.

La temperatura ideal para trabajar en la oficina en verano oscila entre los 23 ºC y 27 ºC. En invierno, los meses en los que vestimos más abrigados la temperatura ideal oscila entre los 17 ºC y los 24 ºC.

La humedad del aire ideal.

Otro factor ambiental que debemos mantener controlado es la humedad relativa del aire, que debe mantenerse entre el 30% y el 70%. Los aparatos de aire acondicionado pueden llegar a resecar el ambiente. En estos casos la humedad recomendada no debería bajar del 50%.

El movimiento del aire.

El movimiento del aire afecta a la sensación térmica que puedan tener los trabajadores. La recomendación es que la velocidad del aire sea menor a 0,1 metros por segundo.

¿Cómo influye la temperatura en el trabajo?

Manteniendo una temperatura y ambiente correctos en la oficina evitarás posibles problemas de salud. Mareos, angustia, incluso desmayos, son problemas generados por mantener una calefacción o un aire acondicionado demasiado fuertes.

Mantener la temperatura dentro de los rangos recomendados permite ahorrar en el consumo de energía, reduciendo el gasto mensual, a la vez que hacemos un poco más sostenible nuestra empresa al reducir las emisiones de CO2.

Consejos para mantener la temperatura correcta en la oficina

Una cosa son las recomendaciones y otra son las medidas reales que podamos adoptar en nuestro entorno de trabajo, ya que es difícil mantener contento a todo el personal.Les proporcionamos una serie de consejos como medida de ahorro y uso eficiente de la energía:

  • Evita los cambios bruscos de temperatura en la oficina. Hazlo de forma gradual para evitar consumos innecesarios de energía y de esta manera aumentarás la vida útil de los aparatos eléctricos.
  • Apagar el aire acondicionado o la calefacción cuando la oficina no esté en uso. En el caso de que el espacio quede vacío temporalmente es aconsejable disminuir su intensidad.
  • Realiza la revisión periódica y el mantenimiento de los sistemas de climatización.
  • Instala termostatos de regulación de la temperatura. Esto mejora el confort y permite un ahorro de energía.
  • Instala en la medida de lo posible sistemas de aislamiento en paredes, suelos y techos con materiales adecuados, evitando la entrada de frío o calor del exterior.
  • Adecuar la ropa que nos ponemos es otra alternativa para mantenernos cómodos en el trabajo. Si no estamos agusto con la temperatura ambiente, siempre podemos utilizar ropa más ligera y transpirable o ponernos una prenda que abrigue más según sea el caso.
  • Adapta la temperatura a lo largo de la jornada. Nuestra temperatura corporal y ambiental cambia a lo largo del día, por lo que las sensación de frío y calor también puede variar. Procura realizar variaciones de temperatura dentro de los rangos recomendables.

Como hemos podido ver, mantener una temperatura adecuada en la oficina es algo más que una opinión personal. Se trata de una medida de seguridad y salud, que se engloba dentro de un marco de confort laboral. Mantener controlada la temperatura en la oficina beneficia tanto a la empresa como a los trabajadores.