Ser freelance, autónomo o montar una empresa está lleno de incertidumbre. Por ello, si te preocupa demasiado no tener la seguridad de que vas a cobrar un sueldo todos los meses, sin duda, éste es un buen indicativo de que la vida autónoma no es para ti.
Por el contrario, si eres de los que no cambiaría por nada su libertad profesional, te compartimos algunos consejos que te pueden ayudar de forma práctica a convivir mucho mejor con la incertidumbre laboral.
1. Flexibilidad.
Esta es la manera más eficiente de reducir la incertidumbre laboral. Eliminar todo aquello que impide adaptarte a las nuevas situaciones que se presentan es vital, para que puedas seguir adelante.
Por ello, esta es la clave más importante de todas, que seas flexible en varios sentidos:
Flexible en estructura. El mercado hoy en día ofrece muchas opciones para tener una estructura de empresa o de trabajo muy flexible. Usa estas opciones como el coworking para aprovechar mejor tus recursos.
Flexible de mentalidad. Hablamos de ser abierto, para conectar mejor con los demás y aprovechar mejor las cosas que hay a tu alrededor. No quiere decir que comulgues con todo sin criterio, si no que tengas una actitud de aceptación hacia los demás porque te ayudará a socializar; siempre hay algo nuevo que aprender y alguien nuevo a quien conocer.
Cambia la soledad por la compañía, esta es una forma muy efectiva de reducir la incertidumbre laboral.
Pero no me refiero al aislamiento físico. Me refiero a la soledad derivada de estar demasiado tiempo sólo con tus pensamientos, con tus objetivos, con tu realidad, contigo mismo.
Salir del propio rollo en tu cabeza y hablar con más personas, para intercambiar ideas, experiencias y participar de otras realidades, nos abre y flexibiliza ante la rigidez y el gris que a veces nos provoca estar demasiado centrados en la soledad de nosotros mismos.
Cuando te dispones a estar en compañía de otras personas, puedes ver cómo afrontan las dificultades de su realidad; su actitud, su enfoque, etc… y eso te aporta ideas diferentes que a lo mejor no habías tenido en cuenta y , por otro lado, conocerlas puede impulsarte a ayudarles, puede que tengas, tu también, soluciones que ofrecer.
Trabajar con otros profesionales que, al igual que tú, están apostando todo lo que tienen, es una valiosa referencia para validar la apuesta que estas realizando: si otros lo están haciendo yo también puedo”.
El impulso provocado por el empuje que generan el resto de personas que tienes alrededor, es un recurso de gran valor, para reducir la incertidumbre laboral que recoge el trabajo autónomo. La presencia de los demás recargará tu energía en los momentos bajos cuando uno está más desanimado o la incertidumbre se presenta más fuerte, cuando uno deja de creer que va por el buen camino en su proyecto, para seguir esforzándote acompañado por el impulso de los demás, para lograr lo que te has propuesto.
Se trata de moverse, no parar, no quedarse quieto, avanzar, conversar, charlar, compartir, colaborar, estar activo, aprendiendo y creciendo, intercambiando recursos, experiencias y conocimiento. Una actitud pro-activa es la nueva estabilidad, porque consecuencia de ello la conseguirás y, a demás, tu libertad seguirá intacta.
El escenario perfecto para esta actitud pro-activa es una comunidad profesional, como las comunidades que hay en los espacios de coworking. Si te la trabajas y te abres a los demás conseguirás los mejores resultados para lograr la anhelada estabilidad y reducir la incertidumbre laboral.
La oportunidad de conocer testimonios de personas que ya lograron el éxito, a demás de agradable y entretenido, es muy útil para valorar otras perspectivas, para hacer frente a la adversidad. Sus experiencias reales son conocimiento compartido y nos sirven para aprender en la práctica, cosas que podemos aplicar de forma directa.
Martin Giacchetta, nos contaba como se gasto el poco dinero que tenía en hacer unos flyer para repartirlos, uno a uno, por las casas de los suburbios ricos de Madrid, con la esperanza de que alguno llamase y, así fue. Quien le llamo fue Paula Echevarría.
6. Rescata tu creatividad
Rodéate de creatividad, busca un sitio que te motive, en el que te guste estar y en el que disfrutes. Sal del rollo de la oficina, disfruta, disfruta de lo que tienes al rededor y amplia tu capacidad de visión, no veas tus movimientos como algo pequeño, todo lo contrario, rodéate de un entorno que impulse tu capacidades más allá de los estándares.
El miedo y la incertidumbre se combate con alegría y con ilusión y, para ello te recomiendo que participes de un entorno de trabajo con una atmósfera que recargue tu energía y renueve tu ilusión, para seguir a delante, sin ver lo malo que podría pasar, sino que te ayude a visionar lo bueno que estas por lograr.
Es a través de la creatividad que encontramos nuevas soluciones y el estado de ánimo necesario para ser creativos es la alegría. Como no siempre es fácil mantener los niveles de alegría altos, búscate un sitio que te ayude a ponerlos a tono.
Pocas veces le damos importancia al sitio en el que hacemos las cosas, pero éste es importante porque tiene la capacidad de influir en nuestras emociones.
Un sitio bonito y agradable donde estar contento trabajando alegre y feliz, a pesar de que la incertidumbre está siempre presente en nuestras vidas. Un entorno que te inyecta energía y te invita a conectar con otras personas es de infinito valor, para seguir poniendo toda tu voluntad en los propósitos que te has marcado.
No desestimes la ayuda que te puede proporcionar trabajar en un sitio que te ayuda a encontrarte con más personas como un coworking. Recuerda que no estás sólo, apóyate en otros, ahora tienes un sitio donde encontrarte con ellos.
8. Cambia el punto de vista
La incertidumbre no es nuestra enemiga; nos mantiene despiertos, nos une, para ayudarnos, para hacer cosas nuevas, para no acomodarnos, para ser creativos, para ser…, mejores.
Así que…, no tengas miedo, porque detrás de esto sé que habrá algo bueno, sólo ten paciencia, ábrete a lo que venga y no lo afrontes sólo.