El diseño de oficinas ha evolucionado hacia los espacios abiertos, donde los trabajadores pueden comunicarse con más facilidad, compartir ideas, hacer equipo y trabajar en un entorno menos agobiante.

Cada día más empresas destierran los despachos cerrados y los cubículos para dejar paso a amplias estancias con luz que mejoran las condiciones de trabajo de sus empleados. Pero… ¿es posible que los espacios abiertos también tengan sus inconvenientes?

Cualquier persona que haya trabajado en un espacio completamente abierto sabe que hay momentos en los que la falta de privacidad puede afectar al trabajo. Por eso, la mejor manera de implementar un diseño de oficina de espacio abierto es buscando fórmulas equilibradas que permitan a los trabajadores disfrutar de lo mejor de ambos diseños.

Vamos a ver algunas soluciones para lograr que los espacios abiertos realmente ayuden a fomentar el trabajo en equipo y la productividad, en vez de resultar contraproducentes.

CREA ZONAS DE COLABORACIÓN

A veces es mucho más efectivo crear zonas específicas de colaboración para empleados de distintas áreas, que sentar a todo el mundo al lado. La colaboración y el intercambio necesitan un espacio para que ocurra, pero también es necesario que los empleados puedan realizar su trabajo sin interrupciones constantes. Las áreas de colaboración son el equilibrio perfecto, porque los empleados podrán elegir cuándo usarlas.

ESTANCIAS O HABITACIONES TRANQUILAS

No todas las tareas requieren la misma concentración, y en ocasiones un espacio abierto puede ser muy frustrante para un empleado que está tratando de sacar adelante una tarea que requiere silencio. A veces no es viable compartir el espacio cuando un compañero está haciendo llamadas telefónicas, otro no deja de toser, y además hay un grupo de trabajo justo al lado haciendo una lluvia de ideas.

Las habitaciones tranquilas resuelven este problema, ya que proporcionan un entorno silencioso en el que las tareas que requieren más concentración pueden llevarse a cabo sin distracciones.

SOLUCIONES ACÚSTICAS

A la hora de diseñar las diferentes zonas de la oficina, hay considerar la acústica minuciosamente para tratar de evitar que unas actividades interfieran con otras. Por ejemplo, no pasa nada por situar la cafetería, una zona de paso, y una sala de colaboración o de grupos de trabajo en la misma zona, porque todas son actividades que permiten un cierto nivel de ruido de fondo sin que entorpezcan el trabajo. En cambio, las salas tranquilas, o las áreas donde se realice un trabajo que requiera mayor concentración deberían estar separadas del resto.

Afortunadamente, los diseñadores no dejan de brindarnos soluciones ingeniosas contra el ruido, desde mamparas móviles hasta mobiliario que absorbe los ruidos.

REDUCE LAS DISTRACCIONES VISUALES

Los espacios abiertos proporcionan mucha luz a las estancias, pero también fomentan las distracciones visuales. Para evitarlas, es recomendable crear pequeñas zonas sin cerrar el espacio, que limitan el horizonte visual y además ayuden a dar sensación de privacidad. 

Estas zonas se pueden crear fácilmente gracias al mobiliario modular y flexible, que permite adaptarlo a las necesidades, moverlo sin esfuerzo, y utilizarlo como frontera entre un espacio y otro. Los elementos biofílicos son también una opción ideal para este fin, utilizar plantas, o incluso pantallas vegetales móviles como separadores, mejorará la calidad del aire y el ánimo de los empleados.

Siguiendo estos consejos, lograrás un open space productivo, en el que haya sitio para la comunicación y el intercambio, sin sacrificar la creatividad y la productividad con las tareas que requieren más concentración. La clave es disponer de estancias con un grado variable de ruido y privacidad, para que sean los empleados los que puedan escoger el lugar más adecuado en cada momento.